Las nuevas tecnologías llegan también al sector del rent a car, y no siempre para bien. Varias compañías han comenzado a utilizar sistemas de inteligencia artificial (IA) para inspeccionar automáticamente los vehículos al ser devueltos. El objetivo: detectar daños, arañazos o golpes que podrían haber pasado desapercibidos en una revisión humana.
Pero, ¿qué ocurre cuando el sistema detecta un «microscopio arañazo» y genera una factura automática de más de 300€, como le sucedió a un usuario recientemente en una empresa internacional?
Un caso que ha dado la vuelta al mundo
La noticia saltó a los medios tras compartirse en Reddit y redes sociales: un cliente devolvió su coche aparentemente en perfecto estado. Sin embargo, días después recibió un cargo de 366,99€ por un daño que, según la empresa, había sido detectado mediante inspección automatizada por IA.
La polémica está servida: el usuario alega que no había ningún desperfecto visible, y que nunca habría aceptado ese coche con un daño así si hubiese estado presente. Pero la IA dijo lo contrario, y la empresa cargó el importe directamente a su tarjeta.
¿Cómo funciona esta tecnología?
Las empresas que aplican este sistema suelen utilizar:
En teoría, esto agiliza el proceso y lo hace más objetivo, pero en la práctica puede derivar en errores o abusos si no se ofrece transparencia al cliente.
¿Qué puedes hacer como usuario?
Para evitar este tipo de situaciones, te recomendamos:
- Revisar tú mismo el coche al recogerlo y al devolverlo. Haz fotos o vídeos, especialmente en zonas sensibles como parachoques, retrovisores y puertas.
- Solicitar una copia del parte de entrega y del informe de daños (si lo hay).
- Evitar empresas que no den opción a revisión conjunta con personal.
- Si recibes un cargo posterior sin explicación, exige las pruebas y considera reclamar por vía legal o en plataformas de consumo.
Un debate abierto: ¿avance o riesgo?
El uso de inteligencia artificial puede tener ventajas en eficiencia y control, pero también abre la puerta a prácticas poco éticas si no existe supervisión humana o derecho a réplica. Mientras tanto, el consejo es claro: protege tus intereses documentando todo por tu cuenta.